三 Ego de dioses 三

Lo apolíneo, es toda la hermosa estructura en la que el hombre se inscribe. Lo racional. Esa belleza lógica que a muchos encanta. Nos establece tal como un pentagrama, una base para poder crear, nos entrega un contexto para una exitosa lectura. A veces, juega como una imposición asquerosa de la cual quiero arrancar, porque no hay nada más que me moleste que ese asqueroso verbo. Sin embrago, lo necesito.
De ninguna otra forma puedo llegar a ese Dionisio que me invade, y sacarlo a flote. La ruptura de guachechero, hecho y derecho, me embriaga para ver qué hay en mí. No me dice nada. Pues quien me provoca es Apolo con su sutil lógica y la perfección misma. Dejo el conciente de lado.
Imágenes, sonidos, tan míos como propios de mundo. Mas, bajo la apelación de mi inconsciente el conflicto sale a flote. Una tensión constante entre estas calles y las mías. Un quiebre, solo producido por esta acción dialéctica de la creación.
Veo lo que he construido. El concepto de autoría se ha manifestado. Pues lo propio se ha puesto al servicio de la estructura, para terminar por violarla. Desde mí aprendí a expresar. La libertad se manifiesta. Una libertad mía, una libertad tuya. Hoy hay para todos, libre interpretación.

· [Me tuve que remitir a escribir. Por más que no quise, lo tuve que hacer. Pues, quedarme callada es algo que nunca he aprendido. Quienes me conocen lo saben. Ya que para cada ocasión existe un par de letras de mi diccionario, que se ajustan perfecto al momento. Y me remito] ·