viernes, julio 21, 2006

Hay algo llamado deformidad...

...porque la fealdad no existe
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Después de trabajar olía a sudor y sangre. El olor al sudor disminuye, pero el de sangre es difícil de disipar; con el paso del tiempo solo cobraba más fuerza. Fumé y tomé cerveza.

Me subí al camión, más de treinta almas de animales muertos viajaban conmigo. Sus cabezas se volteaban al son de la rueda, y los hombres se alejaban de mí. Después de un rato dobló en la esquina y vi la cantina de lejos. El cansancio me ganó, y subí las interminables escaleras hasta llegar a mi cuarto. Prendí la radio, encendí un cigarro y todos se olvidaron de mí. No solo por hoy.

Pensé que la carne cubría el hueso, y por dentro suele poner un cerebro y con suerte un alma. Las mujeres arrojamos jarrones a la pared y los hombres beben demasiado, nunca nos encontramos. Sigo buscando de cama en cama y nada encuentro, pues la carne solo cubre el hueso, y la carne busca más que simple carne.

Escribo entonces poemas tristes, de mal gusto, inspirados en bastardos. Líneas muertas y sucias. Digo que las hembras duran más que los machos. Así nos volvemos locos, en un cuarto más, donde nosotras bailamos y reímos con muchachos divertidos. Y me acordé de una. Esa puta que recibió una oreja cortada y la tiró enojada al vacío. Así las putas quieren dinero y no orejas. El sexo es una gran cosa, solo cuando no lo haces.




(Expresiones inadecuadas, dedicadas a mi escritor maldito Charles Bukowsky, pues “los hombres más fuertes son los hombres solitarios”)

(La canción Rodéo de Zazie, es solo un recuerdo que despierta la experiencia de leer a este autor, mientras sus notas pasaban por mis oídos)

miércoles, julio 12, 2006

乡 Hasta que la muerte te separe 乡

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La "Doncella de la muerte” es Aileen Wuornos, quien fue ejecutada en la cárcel de Starke (norte de Florida) con una inyección de sodio, bromuro y cloruro de potasio. El grupo de activistas contra la pena de muerte no insistió lo suficiente con su argumento: Wuornos estaba loca. Lo cierto es que el gobernador Jeb Bush -hermano del de los ataques preventivos- ordenó exámenes sicológicos que negaron tal afirmación. Además el diagnóstico había sido confirmado por la muchachota de 46 años al impedir que sus abogados presentaran apelaciones luego de decir "soy alguien que odia la vida humana y podría matar de nuevo".

Fue arrestada en 1991 en un bar paradójicamente llamado "El último refugio", en Daytona Beach, pero no pudo visitar su barra. Lo que nunca llegó a comprobar fue su inclinación de llevar a cabo sus crímenes durante los días lluviosos porque "el agua la afeaba", ni que sus últimas palabras fueron "volveré, volveré". Murió 18 minutos después de la jeringa letal un día 9 de octubre del 2002, cuando ya se habían escrito varios libros con su historia, se anunciaba una ópera y se filmaban dos películas.



La inyección letal consiste en la aplicación intravenosa, de manera continua, de sustancias que provocan la muerte por paro cardíaco respiratorio. El sistema fue aplicado por primera vez el 7 de diciembre de 1982 en Texas (pero ¡qué casualidad!, jamás lo hubiese pensado), al condenado Charles Brooks.

Los efectos que produce son:

Pérdida del conocimiento: Con Tiopentotal Sódico se provoca taquicardia, sudoración, lagrimeo e hipertensión arterial. La respiración sólo se mantiene por los movimientos diafragmáticos.

Relajación muscular: con Bromuro de Pacuronio se observa excitación repetitiva (saltos en la camilla), seguida por el bloqueo de la transmisión.

Parálisis del corazón: con Cloruro de Potasio se produce la parálisis del corazón, dando por terminado el proceso de ejecución.

Un proceso fascinante para muchos carceleros.

· · · Debo confesar que Aileen, es uno de mis personajes favoritos. Pues su perturbadora realidad, me conmueve (algo hoy muy difícil, a ratos). Ahora, solo me queda citarla "Quiero decir que estoy zarpando con La Piedra (Jesucristo) y que volveré con Jesús”.

Nadie merece morir, nadie merece que pongan sobre la vida una fecha de caducidad antojada. Y es justamente esto lo paradójico. Aileen colocó fechas a un par de hombres, y la cárcel sentenció el día que ella dejó de existir.

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jueves, julio 06, 2006

A los recuerdos olvidados ...




Y no me acuerdo. Me cuentan tantas cosas y compruebo que mi memoria no ha retenido nada.

Historias, chistes, burlas contra mis locuras que yo simplemente desconozco. Quizás cuando niña era mucho más feliz, pues mi capacidad de olvidar era eficiente.

Hoy todo es diferente. Mi cabeza pesa de tantas imágenes que porta en ella. Y lo peor de todo, que no de las mejores.

Finalmente, solo queda citarme. Recordando un texto que escribí para una obra de teatro que montamos junto a mi ex compañía por el año 2002 (¡¡hasta menor de edad era !!).


· · En un papel que no tiene quien lo escriba, hoy he depositado parte de mi pasado registrando con esta tinta, el amargo pasar de un segundo de intensidad. El que refleja mi ira con la escritura rápida que hoy me descabeza ¿qué sucederá?

Me consume nuevamente el torbellino del tiempo, que me apacigua y me provoca cada vez que puede, me entregan esas ganas de explotar con todo lo que tengo.

Solo queda mi instinto, mi alma, mis ganas de luchar, y encuentro algo; un lado oscuro, una parte onda que pretende decirme ciertas cosas, y solo escucho: “me has odiado toda la vida” · ·

¿Confabulaciones de los textos presentes y el pasado?... habrá que ver.