domingo, abril 23, 2006

Dear Kevin !

Tenía todo preparado para su festín. Tabla para picar carne, brochetas, cuchillos muy bien afilados, y un triturador. En los archivos de su computador, habían fórmulas de cómo cortar mejor la carne, para no desperdiciar nada. Y otros hablaban de arduas investigaciones realizadas a más o menos 6 niños. Pero Jaime Rose era la favorita, por ello la eligió primero.

La niña venía de la biblioteca, que se encuentra en un pueblo casi muerto de Oklahoma: Purcell. Con su bicicleta a toda marcha, a eso de las 16.00 hrs, fue detenida por Kevin, el vecino que vive en el departamento que queda arriba del suyo. De un minuto a otro, ambos desaparecen. Era justo miércoles 12 de marzo, hace un poco más de una semana. Era semana Santa, que de santa no tuvo nada.

El muchacho de 26 años la llevó a su casa, y con una cinta aislante la asfixió, y para asegurar su muerte, la golpeó con la tabla de madera en su cabeza tres veces. Jaime ya no respiraba, sus 10 años se acabaron en ese instante. Descuartizó la bicicleta y la dejó bajo su cama. Desnudó a la niña y la violó.

Minutos más tarde, salió a la calle, y se enteró de la desaparición de la niña. Él, juntó a todos los vecinos, organizó un grupo para buscar a Jaime, mas nadie la encontraría, excepto él. La alerta era por presunta desaparición, pues pensaban que podría haberse escapado, ya que hace muy poco, sus padres se habías separado, y vivía sola con su papá. Pero no fue así, pues por la casa de la madre de Jaime, no había pasado. Todos se equivocaron. Pasó la noche.

Ya era jueves, y Kevin había cortado un poco el cuello de la niña, al igual que otras partes, solo para desangrarla; la metió como pudo en una tina de plástico y la envolvió con toallas, así la sangre no dejaría huellas. Y comenzó a ver un video, uno que había grabado hace un tiempo por la TV, que hablaba de asesinos en serie, y mejor todavía, de caníbales. Se deleitó, pensando como iba a devorar tan exquisito cadáver.

La gente siguió buscando, y esa misma noche se declaró una alarma ámbar, que advierte a los conductores de la desaparición de un menor. Mas, no valió la pena. Ni en autopistas, ni en bosques que rodean la ciudad de Purcell, encontrarían a Jaime. No estaría ni escondida, ni jugando, ni fugándose de su hogar. Solo yacería para ser comida por un hombre, que con apariencia tranquila, engañaba a la policía.

Pero no duraría mucho, el sábado todo se sabría. Como no hay crimen perfecto, ni tampoco asesino, actitudes de Kevin lo delataron. La policía fue a su departamento, y al abrirles la puerta, el muchacho solo dijo que entraran, pues el cuerpo de Jaime estaba en closet descuartizado. Así, solo se entregó y admitió su cruento canibalismo, que no se llegó a consumir. Jaime estaba con un profundo corte en su cuello, pues antes de que llegara la policía, la estaba decapitando. No alcanzó. Fue llevado de inmediato al condado de Mc Clain, donde sería encerrado y juzgado.

Kevin Underwood, un muchacho tranquilo, que trabajaba en un local de comida rápida, sería condenado a la pena de muerte por el fiscal. En las afueras del edificio donde vivía Jaime, llegaron flores, peluches y juguetes.
El plan perfecto de Kevin se vio mermado, luego de un arduo trabajo, en la búsqueda de su perfecta víctima. Sin embargo su fantasía era un niño junto a su madre, muertos, violados, y perfectos para comer. El tema del canibalismo se vio manifestado un par de veces, justamente en su blog (http://futureworldruler.blogspot.com) donde dice que si fuera caníbal, empezaría por comer algo de piel. Pero nadie lo leyó con seriedad, ni menos pensó que sus palabras se consumarían. Estuvo cerca, ¿no?

Su madre no lo cree, pues siempre lo vio como un niño adorable. Él tampoco, ya que el lunes 17, dijo antes el juez que no era culpable, pues se aprovechaba de que sus antecedentes son limpios. Pero ya no lo son más. Pues bajo su nombre se escribe el nombre de una niña, con tinta de sangre por el resto de su vida… aunque al parecer será corta.

Hasta hoy, el juicio continúa. Y sigo pensando que para Semana Santa iba a comer carne, y no cualquiera. Sin embargo, siempre me provocan los asesinos en serie, caníbales o condenados a muerte, una cierta nostalgia. Porque pienso en todo lo que han pasado por sus vidas para llegar a ser eso, en todos sus traumas, incluso en los daños cerebrales que tienen. Mas, mueren. Y ya pronto veré, como una inyección letal, junto a sus tres sustancias necesarias, recorrer las venas de Kevin Underwood; pues no creo que de esta se salve.

4 Comments:

At 5:00 p. m., Blogger Felipe Iglesias S. dice...

Yo pensé que te ibay a tirar alguna confesión canibal o algo por el estilo XD.

Ya estaba preprándome para cerra mi blog y cambiarme de nombre.

Saluos, el Cerdo Manáger!

 
At 8:43 p. m., Blogger Alfredo Escobar Vergara dice...

Desgraciadamente soy brújula herida en un inconstante devaneo

De soledades

Sin norte más que el que quiero seguir

Presa de la soledad y del caprichoso

Hambriento y llorando de lleno

Las cosas son como yo las veo

El amor pasa más allá de la esquina

El sonido no es más que música

Y me piso la escarcha a cada rato.

Soy hijo de mis propias ocurrencias

Del hervor que atormenta mi conciencia

Nada es real excepto que no lo crea

Demasiado moderno entre tantos modernos

Inconcluso y a mitades separado

Testimonio constante de los infiernos.

 
At 11:41 a. m., Anonymous Anónimo dice...

...Veo que todos caen en el bloguisismo... parece que para expresarse es más fácil escribiendo no? siempre es así...

Un abrazote enorme y a ver si REALMENTE nos juntamos a tomar un cafecito por ahí... nunca nos hemos dado el tiempo...

Saludos.

 
At 7:04 p. m., Blogger ·llvr· dice...

Cata:

la verdad,es que no tengo otra manera de expresarme. Corrigo,porque si tengo otra, otra la cual no puedo compartir masivamente.
Subir un corto, no sé como hacerlo, ni menos si se puede.

El café va sí o sí!! quiero salir de Casa Central y juntarme contigo en los rincones de Oriente.

Te quiero!

Tamy

 

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