sábado, abril 29, 2006

El cine y Frida

El cine de pintores es un género que se ha impuesto a partir de la década de los 50, con los más populares arquetipos: Henri Toulouse-Lautrec y Vincent Van Gogh. Pues la búsqueda de historias fogosas y fuertes, sólo se las proporcionaban los genios de la pintura, donde encontraron extraordinarias biografías, excentricidades, inconformismo y autodestrucción; estas cualidades fueron las que justamente la historia de Frida Kahlo le entregó a Julie Taymor. El recrear sus obras y evocar la visión de esta pintora con respecto a la realidad, es el gancho que produce un fuerte atractivo tanto para espectador como para el director.

Como sabemos el arte está subordinado o depende del arte tradicional de antaño. Sin embargo el cine nos entrega esa libertad de expresión, pues su desarrollo se dio bajo diferentes condicionales sociales, lo que le permite al director recobrar un espíritu de experimentación y aventura al buscar un estilo cinematográfico.
Este film nos muestra a Frida en su vida más rutinaria y cruda, destacando los fuertes acontecimientos que la llevan a realizar su arte tan particular. Entre el surrealismo y su dolor físico, busca en el retrato la mutilación propia. Por otro lado la podemos ver en diferentes reflexiones en torno a los procesos de creación, en los tópicos de la soledad e incomprensión de la artista. De esta forma su directora logra que el film cobre una estética propia vinculada con la pintura de Frida y sus emocionalidades internas, ya sea bajo los colores y el decorado que se presentan en sus obras, pues estas cumplen gran influencia por la relevancia pictórica del film. Cada una de ellas es puesta con conciencia e intencionalidad para dar más fuerza a los sentidos, y ayuda a una abstracción del guión. De esta manera, es capaz de fundir en la cinta la realidad de una época, al pintor y sus obras en sí.
Logra por lo tanto relacionar sus encuadres con los tópicos propios de Kahlo. Esto lo podemos observar en reiteradas oportunidades en el film, donde el encuadre se identifica con lo pictórico, como si existiera una pantalla-tela, donde el campo está únicamente formado por la pintura; la cámara se encuentra al interior de la obra donde genera una impresión de realismo. A modo de ejemplo podemos observar como se funde la pintura “Frida y Diego Rivera”, la cual muestra el matrimonio de ambos, donde predominan los colores verdes y rojos, y luego se disuelve la pintura para llegar a la secuencia de las imagines del casamiento. Nos trasporta desde el mismo cuadro a la escena en que se desarrolla tal acontecimientos. Entregándonos a partir de un lienzo que un día fue pintado, a la conexión histórica y emotiva de la vida de Frida.
De este modo estamos al frente de un espectáculo visual, que cambia la estructura de la estética, manifestándose así la invención por parte de su directora. Los cuadros son la mera espiritualidad de su artista, donde por fin la obra logra tener una independencia de lo tangible y pasa a la celulosa. Mostrándonos la desnudez de la fotografía, utilizando el plano fijo y la profundidad de entregarnos el cuadro y luego convertirlo a realidad. Con esto podemos observar el curso interior de las pinturas y su verdadero sentido, aunque construya sus imágenes basadas en el concepto de plano fijo. A pesar de ello genera la ilusión de tercera dimensión, gracias a la profundidad de campo, un procedente óptico que permite ver todo en un plano con la misma nitidez, como lo definió el teórico André Bazín. Sin embargo sobrepasa las expectativas, pues plantea un libre juicio de valor sobre las vivencias de la pintora. La espectacular sensación de estar frente a un cuadro de óleo, por el brillo que proporciona la piel de la protagonista, en el instante en que Frida sufre su accidente en el carro de trasporte, y una viga traspasa su costilla para salir por su vagina; cae sobre ella al minuto del impacto un polvo dorado que llevaba en la mano que decora la escena misma, detenida en el tiempo. Trasforma de este modo la directora un cuadro del accidente, que Kahlo jamás había pintado.
La relación de las pinturas de este film también se da para efectos de la historia, pues son ellas la principal fuente visual que le entregó información a la cineasta para poder elaborar su largometraje. Con ello pudo reconstruir un documento histórico el cual influye en el desarrollo del relato. En cuanto al entorno de la artista, la casa azul la cual la vio nacer y morir, las emociones y los problemas que la aquejaban, sus inquietudes y dolores, es decir, ayudó a explorar desde los externo parajes hasta el interior de su ser: las emociones de una pintora, lo cual supo reflejar fielmente sus sentimiento a través de sus obras. Estas pinturas, de gran autorreferencia, dan un gran peso visual al espectador, que exige incluso que la actriz se aproxime física y conductualmente a Frida. Sin embargo esto ayudó a crear la sensación de verisimilitud y realidad, reforzando al pasado, trayéndolo a la pantalla grande. Nos dejó ver la situación mexicana frente al sindicato de artistas, y la fuerte influencia del comunismo en aquellos tiempos represivos. Todo esto gracias a la muestra de los murales de Diego Rivera en el film; de cómo los crea, como lo inspira la revolución y el espíritu libertador. Nos sumergen en el mundo en donde Kahlo se expresó y creó, donde quiso intervenir, y lo que la inspiró.
Algo bastante interesante para el mundo de la plástica es la ida a EEUU de Frida con Diego, específicamente Nueva York. Una serie de recortes que representan los lugares más emblemáticos de dicha ciudad son superpuestos en un especie de collage, por donde la pareja camina, representación del cómo recorren este lugar. El juego de diferentes técnicas con respecto a las artes también se manifiesta en el film, integrando y convirtiéndose en algo lúdico al mismo tiempo. Esto se reafirma luego de la secuencia que vemos tras el accidente de la pintora. Un grupo de calaveras características de las obras de Frida, comienza hablar de todos los daños que sufrió su cuerpo, bajo un ambiente onírico (como lo es su movimiento pictórico, el surrealismo, aunque nunca se desprendió totalmente de la realidad), difuso donde se ven como estas pequeñas figuras se mueven de lado a lado tratando de reconstruirla.
La gran presencia de la pintura en la película, se plasma en los instantes de la vida de la pintora dentro del encuadre cinematográfico, donde es alterada la realidad con la trasformación de cuadro pictórico a realidad o viceversa. Esto nos quiere decir que cada pintura es mero reflejo de un instante que vivió su autora. Como por ejemplo la obra “Lo que vi en el agua”; donde en el largometraje se muestra como Frida toma un baño de tina, pensativa, y comienza a observar sus pies que están por sobre el agua; luego un espectáculo comienza ante sus ojos, que derivan de su conflicto interno: volver a México, luego de estar en EEUU con Diego Rivera.
Con ello se dramatiza la pintura bajo procedimientos realistas, tratando de envolver en cada encuadre la atmósfera y los colores pertinentes. Busca un contacto íntimo entre el objeto y el pintor, captando incluso el momento en que el artista crea su obra, para testificar de forma objetiva en nacimiento de ésta. Así podemos captar la apariencia física, la personalidad, el espíritu, el carácter y el alma de la obra misma, pues mal que mal, cada cuadro de Frida refleja la batalla interior por parte de su cuerpo destrozado, como por tu tormentoso amor con Diego. Reflejo de ello es el cuadro “La Columna Rota” donde en el film se presenta el momento justo en donde lo comienza crear, bajo un cuarto oscuro, las ventanas cerradas, de tal forma huyendo del mundo para centrase en sí misma. En una silla de ruedas, semidesnuda y con un corsé puesto, se mira al espejo y comienza a pintar de la forma en que se ve a sí misma, como si se rompiera, con llagas, lágrimas y la fuerte soledad.
Nos trasportamos de esta manera a una confusión entre la imagen y la vida misma, ya que la primera atrapa a la segunda. Vemos que la acción no es interrumpida por la aparición de un cuadro como imagen propia del film, pues la obra es parte necesaria para el desarrollo de la historia y su transcurso.
La película no hubiese sido la misma si no capta a la pintura como elemento que construye la narración de la vida de la artista. Sus populares cuadros ayudan a la proximidad e identificación de un público que busca tener referentes reales para introducirse más en la dinámica envolvente de una biografía: hacerla sentir como real. El entendimiento y la vinculación a través de sus cuadros no son más que la relación interna que surge entre el alma y lo material, facultad que cualquier hombre quisiera poseer para poder liberar ese yo que se guarda tras las carnes. La pintura y en sí Frida no son más que vida y espíritu propiamente tal. De un largometraje que no sólo quiere dar a conocer una historia de manera voyerista, sino de una forma integral de las artes: sorprender al lenguaje cinematográfico y aventurar en la estética.


jueves, abril 27, 2006

Porque sales tarde · · ·

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Ya eran las 7.48 am. Y tenía que levantarse como era habitual, el colegio lo esperaba. Cada paso que daba le pesaba más que el anterior y, todavía no lograba distinguir lo que hacía, sin embargo con un solo grito de su madre “¡cabro de mierda despierta!” se dio cuenta que estaba en pie. La urgencia por llegar temprano y evitar una nueva suspensión, lo hizo vestirse rápidamente sin siquiera lavarse la cara, ni meterse un pan con mantequilla a la boca. Salió corriendo por las calles, frenó en un kiosco y se compro los típicos quita-hambres, que más encima se eligen de chocolate porque tienen azúcar y son más calórico (chocolate de calle = grasa de animal con cacao y esencia de almendras para que no guste tan malo).
Llegó al filo de la navaja, mientras rezaban. El profesor lo miró y le dijo con la mirada “imbécil anda sentarte, ¿no veí que le estamos rezando a Diosito ahueonao”. No le quedó otra que colocar el culo en su asiento, juntar sus manos y repetir palabras como disco rallado. A pesar del mal momento de Fabián, el rostro mañanero de Margarita le levantó el ánimo. Su compañera de banco lo tenía trastornado, se imaginaba qué podía existir bajo tan diminuto jumper, y de aquella camisa donde apenas cerraban los botones de su pecho. Más le excitaba cuando en el bolso de ella, había una toalla higiénica.
Ese día se propuso tener suerte. Luego de terminar el tatareo unánime, comenzó a acercar su silla más y más hacia su fémina, al parecer andaba en celo porque velozmente respondió a su coqueteo, el puesto de atrás es el mejor en una sala de clases. Cuando sus lenguas ya veían la amígdala del otro, Margarita retrocedió y con un gesto despectivo le dijo “¿no te lavaste ni el hocico en la mañana y me querí dar un pato?”.
Después de estar un año intentándolo, justo ese día, sale apurado y no se lava los dientes. En su desesperación comenzó a buscar un chicle, debajo de cualquier mesa o silla, para ver si le ayudaba en aquel fuerte problema. Pero al parecer ese año nadie comió ni uno, o las reglas de educación se están tomando en cuenta.
Con un gran aliento y sus locas ganas de darle un beso, se fue a sentar y sólo le pudo decir “¿te puedo mirar hoy, que sea los calzones?”.
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domingo, abril 23, 2006

Dear Kevin !

Tenía todo preparado para su festín. Tabla para picar carne, brochetas, cuchillos muy bien afilados, y un triturador. En los archivos de su computador, habían fórmulas de cómo cortar mejor la carne, para no desperdiciar nada. Y otros hablaban de arduas investigaciones realizadas a más o menos 6 niños. Pero Jaime Rose era la favorita, por ello la eligió primero.

La niña venía de la biblioteca, que se encuentra en un pueblo casi muerto de Oklahoma: Purcell. Con su bicicleta a toda marcha, a eso de las 16.00 hrs, fue detenida por Kevin, el vecino que vive en el departamento que queda arriba del suyo. De un minuto a otro, ambos desaparecen. Era justo miércoles 12 de marzo, hace un poco más de una semana. Era semana Santa, que de santa no tuvo nada.

El muchacho de 26 años la llevó a su casa, y con una cinta aislante la asfixió, y para asegurar su muerte, la golpeó con la tabla de madera en su cabeza tres veces. Jaime ya no respiraba, sus 10 años se acabaron en ese instante. Descuartizó la bicicleta y la dejó bajo su cama. Desnudó a la niña y la violó.

Minutos más tarde, salió a la calle, y se enteró de la desaparición de la niña. Él, juntó a todos los vecinos, organizó un grupo para buscar a Jaime, mas nadie la encontraría, excepto él. La alerta era por presunta desaparición, pues pensaban que podría haberse escapado, ya que hace muy poco, sus padres se habías separado, y vivía sola con su papá. Pero no fue así, pues por la casa de la madre de Jaime, no había pasado. Todos se equivocaron. Pasó la noche.

Ya era jueves, y Kevin había cortado un poco el cuello de la niña, al igual que otras partes, solo para desangrarla; la metió como pudo en una tina de plástico y la envolvió con toallas, así la sangre no dejaría huellas. Y comenzó a ver un video, uno que había grabado hace un tiempo por la TV, que hablaba de asesinos en serie, y mejor todavía, de caníbales. Se deleitó, pensando como iba a devorar tan exquisito cadáver.

La gente siguió buscando, y esa misma noche se declaró una alarma ámbar, que advierte a los conductores de la desaparición de un menor. Mas, no valió la pena. Ni en autopistas, ni en bosques que rodean la ciudad de Purcell, encontrarían a Jaime. No estaría ni escondida, ni jugando, ni fugándose de su hogar. Solo yacería para ser comida por un hombre, que con apariencia tranquila, engañaba a la policía.

Pero no duraría mucho, el sábado todo se sabría. Como no hay crimen perfecto, ni tampoco asesino, actitudes de Kevin lo delataron. La policía fue a su departamento, y al abrirles la puerta, el muchacho solo dijo que entraran, pues el cuerpo de Jaime estaba en closet descuartizado. Así, solo se entregó y admitió su cruento canibalismo, que no se llegó a consumir. Jaime estaba con un profundo corte en su cuello, pues antes de que llegara la policía, la estaba decapitando. No alcanzó. Fue llevado de inmediato al condado de Mc Clain, donde sería encerrado y juzgado.

Kevin Underwood, un muchacho tranquilo, que trabajaba en un local de comida rápida, sería condenado a la pena de muerte por el fiscal. En las afueras del edificio donde vivía Jaime, llegaron flores, peluches y juguetes.
El plan perfecto de Kevin se vio mermado, luego de un arduo trabajo, en la búsqueda de su perfecta víctima. Sin embargo su fantasía era un niño junto a su madre, muertos, violados, y perfectos para comer. El tema del canibalismo se vio manifestado un par de veces, justamente en su blog (http://futureworldruler.blogspot.com) donde dice que si fuera caníbal, empezaría por comer algo de piel. Pero nadie lo leyó con seriedad, ni menos pensó que sus palabras se consumarían. Estuvo cerca, ¿no?

Su madre no lo cree, pues siempre lo vio como un niño adorable. Él tampoco, ya que el lunes 17, dijo antes el juez que no era culpable, pues se aprovechaba de que sus antecedentes son limpios. Pero ya no lo son más. Pues bajo su nombre se escribe el nombre de una niña, con tinta de sangre por el resto de su vida… aunque al parecer será corta.

Hasta hoy, el juicio continúa. Y sigo pensando que para Semana Santa iba a comer carne, y no cualquiera. Sin embargo, siempre me provocan los asesinos en serie, caníbales o condenados a muerte, una cierta nostalgia. Porque pienso en todo lo que han pasado por sus vidas para llegar a ser eso, en todos sus traumas, incluso en los daños cerebrales que tienen. Mas, mueren. Y ya pronto veré, como una inyección letal, junto a sus tres sustancias necesarias, recorrer las venas de Kevin Underwood; pues no creo que de esta se salve.

miércoles, abril 19, 2006

Tus Deseos en Fragmentos




SALA UNO
La Equivocación
EL: Me llegó este vídeo, son tomas, reconozco algunas caras.. los lugares
TU: Ya dime.. ¿Cual es el misterio?
EL: Hay una parte donde sales tu..
TU: Que bueno.
EL: Igual está editado, tu nunca estuviste en Egipto..¿No?
TU: Que te pasa, relájate..
EL: Sales tu, navegando por el Nilo.. En blanco y negro.
TU: No se de que hablas, será un montaje.. algún creativo, un regalo.
EL: Si, pero en la orilla entre los papiros, hay un árabe que abraza a alguien y ese alguien soy
yo.. y te hablo y hablo con mi voz.. y te grito... tú en el Nilo.. y corro por la orilla y tu no me ves..Estoy tan alegre, es dónde siempre hubiera querido estar contigo. Es el lugar donde podría decirte lo que sin querer te estoy diciendo ahora, sobre este piso helado. Es un vídeo de mi sueño, es mi cara con la alegría con la cual me veo, pero nunca tengo. Es mi cuerpo al sol quemado, viéndose hermoso como no lo es.. Es el Sahara en el fondo y las palmeras en la orilla, es el lugar que ella prometió pero dónde yo quise estar ahí contigo, pero además no es posible por que en esa época tu ya estas muerto.
Es el registro de mi pesadilla.
· · · Primera escena de la obra " Tus Deseos en Fragmentos". Una obra conceptual, tanto así que los personajes son solo pronombres, se maneja en lo absurdo, y nos transporta a un mundo fracturado y paralelo. Una pieza de Ramón Griffero (está demás decir el porqué, es tan buena) 2003.

martes, abril 18, 2006

Y en las micros ...

El guatón iba con la misma camisa cuadrillé de siempre y para variar tomado. No se le ocurrió mejor idea que irse a dormir a una micro cualquiera que podría dejarlo cerca de su casa. Con dificultad subió los peldaños de la 541 en plena Alameda con Brasil.
Corrió por el pasillo, gracias al impulso del bus hasta el último asiento, y calló encima como costal de papas, un cabezazo lo frenó. Que se fuera tirando chanchos era solo la música que acompañaba el viaje de muchos que volvían a sus casas a esas horas de la noche, sin embargo el guatón venía de farra y andaba en busca de hueveo barato. Pese a sus ganas de divertirse, comenzó a quedarse dormido sin saber ni siquiera, por donde pasaban las llantas de la micro en que iba. Se despertó en un peladero cualquiera, con una lagaña tan enorme que no le dejaba ver por su ojo derecho, era un sitio eriazo y frío. El guatón miró de reojo y siguió durmiendo, más que mal el hueveo de esa noche había sido en grande, las putas andaban bien buenas pa’ la cacha.
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Corre desde la esquina, pues divisa a lo lejos la micro que lo dejará en su casa; con un salto sube los peldaños y logra embarcarse. Por mientras paga, busca entre todos los puesto el indicado para su viaje; el último asiento a la derecha está esperándolo. Con sus jeans apretados y una polera blanca sin mangas se movilizaba por el pasillo, mientas una vieja llevaba el ritmo del bus en su cabeza. No pasaron ni cinco minutos y un tipo que le faltaban tres dientes subió con un radio y, sobre la cinta empezó a cantar.

Daniel portaba su propia música y la ociosidad de mirar a cualquier lado, lo llevó a leer lo que decía el puesto de adelante: “te lo meteré por el culo, hoy a las 11.30 am” … Podría haber sido cualquier día, mas no fue así. Pensó en escapar, puesto que su poto estaba tan sagrado como cuando había nacido y se jactaba de lo macho que era con todas las mujeres - “jamás me darán por el orto” - pensó. Sin embargo el reloj avanza con más prisa, marcaba las 11.27am. Comenzó a sudar, algo sentía que lo arrinconaba más a su asiento, y la gente observaba su extraño comportamiento; la anciana se dio vuelta y por el balanceo de la micro le decía que “sí” con su cabeza; ratificaba que ese día sí le darían por el culo. Pasado un minuto, un hombre corpulento abordó el bus, el primer impacto de mirada recorrió el cuerpo de Daniel. El bulto de aquel tipo dejaba en evidencia que todo estaba preparado para comenzar. El hombre a punto de ser devorado se paró con rapidez y se alertó a bajar, mas el timbre no funcionaba, golpeaba el techo y parece que nadie lo oía, menos cuando el cantante aullaba entre sus pocos dientes, y ya sentía una mano que viajaba por su entrepierna; se quedó quieto.

Hoy el Dani jamás lee en las micros, ni menos se va hacía atrás. Cuando está en clases,
se coloca en un rincón de pie y por fin ha encontrado el amor, su nombre: Eduardo.

domingo, abril 16, 2006

· Primera Parte · solo el inicio

Fragmento de la primera parte, de un tratamiento para un largometraje. La verdad es que esta escritura es casi cavernícola, pero necesaria. Ojalá y resulte la tensión hasta el final.
Es el borrador, por tanto, mi dislexia es totalmente evidente. Toda corección, por favor, manifestarse. Gracias.
Es el cumpleaños de la Sra. Orquídea, cumple 71 años, es 19 de Septiembre. Junto a ella sus únicos hijos: Mauricio e Iván, que son gemelos. Cuando tenían 9 años, su padre fue torturado bajo el gobierno militar, desde ese instante solo viven con su madre. En la celebración se escucha radio, en un minuto se oye la canción nacional, Orquídea se pone a llorar, pues el único recuerdo que tiene es el de su marido, pues ella padece de Alzheimer. A sus hijos poco los reconoce, y menos sabe que está pasando en su casa, solo cose.
Están todos en el living, hermanos de la anciana, la esposa de Iván y sus hijos; Mauricio es soltero aún. Conversan de diferentes cosas, hasta que llegan a la Sra. Orquídea. Deben decidir que harán con ella, si contratarán una enfermera para que la cuide o la internarán en una clínica de reposo. En la conversación Iván se destaca, pues el ya tiene una decisión tomada: será internada. Sin embargo argumenta que el no podrá realizar los trámites, pues entre el trabajo, los viajes y la familia tiene mucho que hacer. Su vida es agitada, con grandes éxitos, es activo y muy hablador. Mauricio es todo lo contrario, asume la responsabilidad de forma muy callada, pues el suele ser muy dejado, tranquilo, se ve algo desgastado. Pese a ello, asume la tarea como “la” oportunidad para dar a demostrar que no es la simple copia de Iván, sino que es alguien capaz de hacer más.
Iván se va de viaje, mientras tanto Mauricio cuida a su madre y le habla. Le cuenta cómo se ha sentido por ser reprochado desde niño; pues al nacer con una malformación meñique de la mano derecha (solo tiene hasta la segunda falange), provocó que al instante sus padres lo recriminaran, ya que el gemelo completamente sano, era la figura más perfecta de hijo.
Mauricio siempre se sintió disminuido, pues la configuración de identidades de los gemelos fue diferente. Siempre distinguían cual era cual por su anomalía, y no por las virtudes que podía tener cada uno. Nunca entonces se habló de “nosotros” como hermanos, ni menos se llegaron a vestir igual. Así vivió en el péndulo de una igualdad, la cual lo hacía padecer una enorme diferencia, una que fue extrema, la que hizo distinguir entre Mauricio e Iván, como el incapacitado y el inteligente.
De esta forma se explica el gran desafío para Mauricio, ya que podrá demostrarle a su hermano que puede hacer algo por si solo, y aunque sea en vida, se lo dará a conocer a su madre. Sin embargo, todo su mérito se ve estropeado. Iván llega de su viaje y se adelanta a Mauricio. Ya tiene decidido dónde internará a la Sra. Orquídea. Una vez más su gemelo, le dio a ver que era un inútil. Pero esta vez no sería igual la resignación.
Orquídea fue internada al día siguiente que le fue comunicado todo a Mauricio. La fueron a dejar, y solo Iván con su familia se despidieron de ella. Mauricio salió deprisa. Iván por tanto, fue a dejar a su familia a casa, y luego se dirigió a la de su madre, para ir a buscar las últimas pertenencias de ella.
En ese mismo lugar estaba Mauricio, sentado en la silla que Orquídea solía ocupar. Iván se sorprende levemente de su presencia y Mauricio no se inmuta. Iván le habla de lo buena que es la clínica de reposo y Mauricio sigue inmutable. Iván percata que algo le pasa a su hermano, se acerca a él y le pregunta qué es. Mauricio se levanta con gran agresividad, y descarga todos sus sentimientos con respecto a él. Lo menospreciado que se ha sentido, que ha tenido que vivir en una sombra, sin que nadie tome en cuenta su palabra y menos sus decisiones. Se siente acabado, pero a la vez con unos fuertes celos, por no ser él el favorito, el que se lleva todas las alabanzas de su madre. Se siente fuera de un triángulo amoroso, que hay entre Orquídea, Iván y Mauricio. Iván se asusta cada vez más, al ver como el tono de voz de su hermano va creciendo. Los celos se intensifican en actos y finalmente, perdiendo el juicio de la realidad apuñala intercostal a su hermano con una tijera que está en la pequeña mesa del living.
Luego de un par de minutos Mauricio se da cuenta de lo que ha pasado. Su hermano está en el suelo, sangrando y gritando. Reacciona y lo lleva a la clínica en su auto. Al parecer las heridas son profundas.

* Esta es la idea, luego viene el guión... y solo es la primera parte de la historia.



"Nothing Compares 2 U"


Una canción de Sinéad O'Connor.

Una gran letra para ocaciones determinadas, aunque si el momento no existiera, sería precisa de igual forma. Para cualquiera o para nadie, da lo mismo, pues la intención está siempre latente. Siempre en mí.


It's been seven hours
and fifteen days

Since you took your love away
I go out every night and sleep all day
Since you took your love away
Since you been gone I can do whatever I
want

I can see whomever I choose
I can eat my dinner in a fancy
restaurant

But nothing
I said nothing can take away these blues
`Cause nothing compares
Nothing compares to you

It's been so lonely without you
here

Like a bird without a song
Nothing can stop these lonely tears from
falling

Tell me baby where did I go wrong
I could put my arms around every boy I
see

But they'd only remind me of you
I went to the doctor n'guess what he told
me

Guess what he told me
He said girl u better try to have fun
No matter what you'll do
But he's a fool
`Cause nothing compares
Nothing compares to you

All the flowers that you planted,
mama

In the back yard
All died when you went away
I know that living with you baby was sometimes
hard

But I'm willing to give it another try
Nothing compares
Nothing compares to you
Nothing compares
Nothing compares to you
Nothing compares
Nothing compares to you.



Me acordé de ella cuando regresaba de Cachagua. La había escuchado tantas veces cuando chica, y ese día cobraba significado. Veía como pasaban los postes de la carretera, uno a uno, cada vez más rápido. Ahí entendí todo. Llegué a Santiago, solo a dormir, y me calmé.

sábado, abril 15, 2006

- Gestos -














Cero inspiración en estos últimos días. He descansado mi cabeza en una almohada cualquiera sin importar qué. A pesar de todo no me urge, estoy liviana y con ganas de dormir, mejor, así sueño más seguido. Quiero muchas cosas que no valen nada y nada llega, espero y espero y sigo sentada en la misma esquina donde más fuerte pega el sol, ¿por qué?, porque simplemente quiero, y mucho. Amor no es, es algo que me falta, es algo …mmmm… cómo poder decirlo, es algo sin explicación. No es miedo, pero tampoco algo que me sea fácil de vivir, seguramente la sabiduría de los años me enseñarán cómo hacerlo; ahora como siempre solo espera y espera. Qué llega con lentitud y tiempo prolongado, qué se hace tanto de rogar, qué me llama la atención, quizás el no tener las cosas me excita, y el tenerlas me aburre.

Sin nada que hacer, con todo que esperar, el tiempo suele parar, y yo sentada en la misma esquina esperando que abran un bar.

miércoles, abril 12, 2006

[ Naná ]


Si mi vida fuera un simple personaje, sería Naná. Una mujer que a pesar de su conocimiento, debe dejar guardada su dignidad en un closet y olvidarse de quien es realmente. Albergada bajo un existencialismo puro, deriva su vida en miles de corrientes que la definen y la niegan una y otra vez, viviendo diariamente la dialéctica de sus momentos, convirtiéndose en parte de la historia. Que más puede ser que la traición y la propia negativa de la tierra la que la lleva actuar con una mirada sin consuelo y con susurros tras las puertas. El tratar de buscar en el lenguaje y el habla la respuesta perfecta para callarse, pensando en las libertades y en cuanto peso trae ello, cuanta responsabilidad que más vale tener una ilusoria. Entre el ser y la nada esta el proyecto, aquel que sin la existencia no surgiría en su esencia como algo significante, menos si no “vive su vida”.
La localidad de las calles y los autos viejos dejan ver mi melancolía, junto a la vieja tienda de discos que me sumerge en sonidos incoherentes que no me dejan pensar de la manera más racional. Así evado a esa praxis maquinal que todo ser humano ya ha tomado como suya, siendo atrapado por la sociedad. Aquella corriente más fuerte que el propio hombre y que subyace a la tierra y sus condiciones. La cultura de los besos en la mejilla y un “como estás” sin querer saberlo. Inerte o en movimiento, ¿sigo siendo la misma?
La conjugación de los verbos cambian, como cambian mis acciones. El sentido ilógico de las líneas que se trazas en el camino, como vías sin aleaciones ni salidas. Naná, bajo sus vestidos tan recatados , guarda a una mujer fuerte de espíritu, de un metro sesenta y nueve y yo algo más pequeña; la justa medidas que existe entre la yema de mis dedos multiplicada doce veces hacia arriba. La letra redonda y frases que sólo piden dinero y compasión para vivir lo que más anhela: el teatro. Las ganas de ser artista no existen, pues quien nace con la inquietud de decir las cosas al mundo, a una masa enceguecida, es parte del arte y de la cultura que lo cubre; sin embargo el tener la tribuna para que te escuchen, en un hoy donde todos correr sin oír, es casi imposible.
Naná, hoy quizás donde estarás y extraño esa esencia tan mía como tuya, esas pestañas largas y los ojos bien maquillados. El como hablas y escribes, el como reflexionas de la vida, sin vivir la propia a gusto. Buscando respuesta entre cuadros, libros e historias irreales, entre filósofos y películas. Pues Juana de Arco y su pasión, no es más que la cruz que cada uno cargamos, y la humillación que todos los días nos opaca. Termine o no en la hoguera, solo Dreyer pudo hacerme sentir el verdadero dolor del sacrificio.
Naná La Muerte…. Naná La Mort, un nuevo nombre, con antiguos sellos.

viernes, abril 07, 2006

Mi Propio Tren



Ya estaba embarcada, desde aquel día que nací, y nadie me podrá sacar de ello. Mi historia, y cada uno de mis vagones ya están invadidos, por poca gente aunque con mucho movimiento. Cada uno de ellos, se ha determinado por el conflicto que hay en mí y mi vida, mi pasado, los recovecos que todavía duelen y hieren.

Nunca me di cuenta lo que decía mi pasaporte, pues jamás tuve claro el objetivo, mas aprendí a leer cada una de mis estaciones y a comprender que estaba pasando, qué cambios había en mí, qué acontecía mi parada.

Los rieles siempre firmes, anduvieron a gran velocidad, tanto que estos colapsaron. Lamentablemente la frenada fue abrupta, y mucha gente que iba en el viaje, salió herida. Sin embargo hoy me propongo, que este andar no sea con carbón s,ino me ayude la electricidad, una fuerza y energía que me nutre y por sobre todo, ya no contamine. Dejé que pasara a ser un agradable viaje; pues antes solo era una montaña rusa que a todos tenía desesperado y angustiado, pues no sabían cuando se detendría y cómo. Infundí miedos que no debía, pero hoy estoy reafirmando la confianza.

Embarques y desembarques, subidas o bajadas; no importaba cuantas veces, pero existían y dolían. La gracia, siempre la hallé en el tiempo, aquel que me engañaba a diario, y no podía saber, hasta cuando me acompañaría.

Mi viaje es de ida, porque el retorno, no hace más que volver a estaciones que no son necesarias, y solo infunden temores. No hay retrocesos, porque en ellos nunca se avanza, pues si de algo hay que preocuparse es de arreglar cada vagón y no de descarrilarlo en cualquier parada. Sin embargo, el misterio es siempre latente: la estación final. Aquella que solo Dios sabe cual será, y que guarda un espacio de nube para mí. Y así como tantos se han bajado de mi tren y se despiden desde ese verde paraje, volveré junto a ellos, en aquel encuentro final, que me llenará de dicha.

No importan el asunto, porque el tren seguirá siendo el mismo. Sólo debo invadirlo de amor, y saber ser buen competidor contra el temor y los obstáculos. Pues a diario se vive el estar juntos y luego separados, mas lo que importa es amar a la vida, pues si mi boca es capaz de pronunciar palabras y mis manos están abiertas, nada más necesito para hacer feliz a quienes me acompañan en este largo viaje. Simplemente, un sutil tacto físico nos demostrará lo cerca que estamos de un final, que solo nos llevará a una felicidad profunda.

Recuerdo el tren y la familia, un ángel y Dios; aquel niño que pregunta quién será su protector en la tierra y solo dio la más sabía de las respuestas: se llamará mamá. Me acerqué a la Mimi y le dije que la fortaleza más grande en este minuto era su hijo, pues nada más ni nada menos ella era el ángel de Daniel.

Nos pusimos a fumar dentro de la sala, y le dijimos al Checho que no le contara a nadie; quizás y cuantas cosas ya ha tenido que olvidar obligadamente. La Benita me mira, y me pega en el poto, porque sigo siendo esa niña que le cuesta pensar en sí, y el Chechito, con su inocencia me vuelve a retar, porque el no se queda atrás. Sus golpes son caricias, más cuando quieren hacerme entender, que yo también existo.

jueves, abril 06, 2006

Afronto Mi Adversidad



Al fin de cuentas, el triunfo, no nos enseña nada; nos da algo de felicidad fortuita, pero muere en el instante que nace. Sí me resguardo tras ellos, solo malogro una existencia, la falseo y me vuelvo a engañar a mí misma. De esta forma, medito y me doy cuenta, que aprendo de lo que más reniego: mis fracasos.

Es tan fácil como verlo en una obra de arte. Un cuadro, el cual ya está pintado, completamente, con una gran técnica y mezcla de colores, es algo concluido, es un triunfo para el pintor. Más, creo que aprendió de todos esos lienzos fallidos, ese que jamás le entregó los matices que quería. Pues a partir de ellos pudo indagar por nuevas construcciones, permitirse recobrar el aliento, y convertir un par de manchas, en esa gran obra que ilumina mi lugar y a mi gente.

Sin embargo de nada sirve, si el artista cae en desesperación. Me siento y me calmo, pues sé que si sobre valoro las complicaciones diarias, solo produce en mí una excesiva ansiedad que me gasta cada día más, me lleva a construir temores y olvidar mi verdadero objetivo. Ya que he emprendido algo, y al no saber digerir las verdaderas claves para solucionar mis obstáculos, pierdo el rumbo y llego a lo menos deseado.

De esta forma, me miré y dije que era tan fácil visualizar mi fracaso, pues lo andaba buscando inconscientemente; así nunca llegué al éxito de mis propósitos. Comencé a ver todo con más calma, pues el conservarla, no apelaría a mis sentimientos nocivos, y de esta forma no destruiría a nadie, y menos a mi propio ser. Busco el remedio puntual, aquel que es su la justa medida que me entrega las herramientas necesarias para salir de donde estoy, pues la búsqueda de mi real éxito me ayudará a ver con claridad, por donde debo caminar.

Tantas alternativas y yo tan débil frente a ellas, pues la contingencia y mi propia vida están determinadas por tantos factores, que hacen desechar varias de ellas. Pero ya sé que el miedo no me puede defraudar, que la conciencia latente del fracaso como un mal que me persigue, me mata. Y pienso en las otras opciones, que no están lejos, pero debo sacrificar tantas cosas. No conozco mi futuro, ni lo que pasará en el próximo segundo, pero creo en mí, y en la fuerza que estoy construyendo.

El hecho de ver en este instante que no hay una solución, es cerrar los ojos, y determinar de un golpe, que no existen. No debo porque suponer que las cosas saldrán mal, pues si la disposición en mí lleva una fuerza negativa, perderé más energía sin motivo. Debo matar esa maldita impaciencia que me ha robado momentos preciados y necesarios, porque alteró el desarrollo de tantas cosas, que terminaron por explotar. A pesar de ello, entendí que no todo depende de mí, pues no tengo un poder supremo ni algo parecido; lamentablemente, no puedo controlar las circunstancias, pero de a poco me he dejado vivir.

Siempre pensé que si algo mal me sucedía, marcaría mi pauta, por el día, por el mes, por el año, y hasta por toda una vida. No supe confiar en mí y mis aptitudes. Pierdo mi objetivo una y otra vez, por el solo hecho de mirar lo que enflaquece y no lo que me anima, lo que me destruye y no las ganas de vivir. Así, aprendí que solo debo confiar plenamente en mi lucha, y solo de esa forma, tendré la actitud correcta para alcanzar lo que me proponga.

Me recuerdan con mi coca-cola en mano y un cigarrillo en la otra, donde el equilibrio no me beneficiaba en lo absoluto, y tambaleaba cada vez que podía. Subía las escaleras afirmándome al mango, para no caerme ni desorientarme. Construimos nuevamente la escena y me río, mucho, al igual que todos mis amigos. Lo que tengo seguro, es que jamás los olvidaré.